jueves, 14 de noviembre de 2013

La salida de la crisis.

Quizas no se economista ni la persona más indicada para hablar de ello pero la frustración y la rabia que contemplo día a día me lleva a reflexionar.
La estadística y el tiempo nos han enseñado que la economía es algo cíclico, donde se entra  y se sale con cuestas hacia arriba y cuestas para abajo. El problema es que no hay un verdadero fondo, y estar en una plena caída libre con señales falsas sobre la subida daña la moral de las personas.
Toda crisis, en una pareja, en un país o en una empresa conlleva una crisis moral ya sea por la perdida de un teritorio, la economía, por algún que otro partido de fútbol todo en su justa medida, claro.

¿Cuádo se acabará la crisis? Es una de las mayores inquietudes de los españoles, sabemos que lo hará pero estamos esperando a tocar fondo porque no nos atrevemos a mirar arriba y fomentar el empleo y el propio ánimo de arreglar las cosas.
Y esto en mi opinión, hay que achacarselo a esos "ladrones" que mantienen más descontento aún al pueblo, los políticos. Dejemos de buscar la culpa de lo que no se hizo en este gobierno o lo que se hizo mal en el otro que los culpables de la crisis ya tienen su nombre y apellidos desde abajo.
¿Pero y los culpables de mantenernos en ella y darnos esperanzas falsas?
Así desde luego es imposible levantar cabeza, habría que replantearse lo que necesita este país, posiblemente una nueva ilustración, una nueva regeneración , algo que nos saque de las ideas arraigadas al S.XIX o XX para meternos en las que de verdad importan hoy. Tan solo una mirada al pasado para tomar nota de los fallos, y ejemplos de triunfos, tomar ejemplo pero no bases. Saquemos nuestras propias bases de especialistas, de anticorrupción, de esperanza y sobre todo EDUCACIÓN.
Así emprenderemos la subida.


El camino hacia el final.

En la vida nos ponemos retos, metas.. Hay veces que no sabemos bien lo que queremos, que nos perdemos, hay veces que tenemos miedo, otras nos desorientamos y caemos. Pero la vida también me ha enseñado que si quieres algo con todas tus fuerzas se puede llegar a conseguir. Si te tomas a ti mismo  y a lo que más te importa como "el centro del mundo", si lo deseas como nunca has deseado nada la vida te lo dará. No vivamos frustrados, no nos equivoquemos de camino por un "eso es imposible". Rendirse es no acabar y dejar las cosas a medias es no hacerlo, no se trata de intentarlo se trata de conseguirlo. No es participar es llegar.
Alguien me dijo alguna vez "lo importante es participar es un cartel que queda muy bonito en una pared y la gente se puede apoyar en ello", pero luego descubres que no que lo importante no es intentarlo, lo importante es conseguirlo. Lo importante es no rendirse con un "por lo menos he participado", lo importante es que cuando caigas te levantes. En la vida nos vamos a caer muchísimas veces, pero  ¿y qué? Para conseguir tu meta hay que ser paciente, el trabajo nadie te lo va a dar hecho. No importa cuando lo importante es alcanzar tu objetivo y es que no hay mejor sensación que sentirte realizado.
Mientras tanto tenemos la satisfacción de cerrar los ojos bien fuerte pensar en aquel deseo y sonreir porque aunque no sepas cuando cada día que pasa está más cerca.

Jamás, pues simpre estaré para ti.


Yo solo puedo prometerte, que voy a estar ahí hasta el último momento, que te voy a apoyar, que te voy a ayudar en lo que pueda, que voy a luchar por ti, que no voy a dejarte caer, que yo no voy a caer. Solo puedo prometerte que llegaremos al final de esto y para aquel entonces cuando me mires tan solo me vas a encontrar a mi con los cinco sentidos puestos en ti, esperando un abrazo, un beso, una caricia o una mirada. No te voy a fallar nunca, jamás.